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MI CUÑADA , HISTORIAS Y RELATOS de la vida real

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Hola a todos y todas, queridos miembros del grupo de Facebook Historias y Relatos, espero que disfruten de mi relato. Trataré de ser lo más claro posible para que puedan imaginar y sentir lo que viví en ese momento. Era lunes, me desperté temprano, como casi siempre. Llevaba ya un mes sin dormir bien debido a una operación urológica que me habían practicado. Además, a eso se sumaba la fractura en mi pie causada por un accidente de auto, cuando mi cuñada Sara me llevaba en su coche. En resumen, todo iba mal y mi cuerpo estaba bastante golpeado. Me levanté con dificultad, la habitación aún en penumbra, y observé a mi esposa, Paola, durmiendo plácidamente, su respiración profunda y tranquila. La sábana estaba medio enredada en su cuerpo, y su piel morena apenas cubierta me invitaba a acariciarla, pero me detuve. Mejor que descansara. Fui al baño y, mientras cumpl...

MI MADRE, MI TIA, MI PRIMO Y YO Historias y relatos de la vida real

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Hola a todos y a todas, amigos y amigas del grupo de Facebook "Historias y Relatos Hot". Espero que disfruten de esta historia, y si es así, no olviden dejar su comentario sobre qué les pareció. Desde mi infancia, mi hogar fue un pequeño mundo aislado, donde solo tres almas tejían la trama de nuestra existencia: mi madre, mi tía y yo. Sin padres, ni abuelos, éramos como barcos a la deriva en un mar de soledad. Mi madre, una joven madre soltera que navegó en aguas turbulentas desde los dieciocho, y mi tía, quien tras un naufragio amoroso a los treinta, se convirtió en un faro en medio de la tempestad. Los ecos de la tragedia nos acompañaron; mis abuelos perdieron la vida en un trágico accidente cuando yo tenía apenas diez años, dejando solo recuerdos difusos en nuestra memoria. De mi padre, un "muchacho" que se desvaneció en el tiempo, solo tengo retazos de su existencia: un hombr...

EL NOVIO DE MI HIJA , historias y relatos

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  Clara, a sus 42 años, tenía una vida marcada por la estabilidad y la rutina. A lo largo de su matrimonio de más de dos décadas, había aprendido a valorar la seguridad que su esposo le ofrecía. Era un hombre trabajador, dedicado a su familia, y juntos habían construido una vida sólida, como un puerto firme en medio de las tormentas de la vida. Su hija, Camila, una joven de 20 años que llenaba de orgullo a Clara, había sido su mayor logro, y por mucho tiempo, pensó que ya no había más emociones que descubrir, ni rincones ocultos en su alma. Clara medía 1.70 metros, con una figura esbelta que había logrado mantener con los años. Su cabello castaño, que caía en ondas suaves sobre sus hombros, tenía ya algunos hilos plateados, pero eso no hacía más que darle una dignidad elegante que muchos envidiaban. Sus ojos, de un verde profundo, siemp...

20 AÑOS DE DIFERENCIA DE EDAD NO ES NADA, Historias y relatos de la vida real

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Hola a todos en el grupo de Facebook "Historias y Relatos". Hoy les traigo una historia que invita a explorar el territorio del deseo y el misterio. Cada palabra está diseñada para evocar emociones y transportarlos a un momento donde la tensión entre dos almas se intensifica en cada susurro. Andrea, era una presencia deslumbrante, como un amanecer que ilumina lentamente el horizonte. Su cabello castaño caía en suaves ondas, enmarcando un rostro que aún conservaba la frescura de sus años como modelo. A sus 45 años, su figura era un poema que hablaba de elegancia y sensualidad, con curvas que no necesitaban ser proclamadas. Era una mujer que se movía con la gracia de una bailarina, cada paso suyo revelando la historia de un alma apasionada. Hasta entonces, yo la veía solo como una colega. Sin embargo, la proximidad de la oficina comenzó a crear un lazo invisible, un hilo del que tirábamos, entrelazando m...

ESPIANDO A MI ESPOSA Relatos e historias reales

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Hola a todos, amigos del grupo de relatos e historias. Hoy quiero compartirles una experiencia intensa y cautivadora que viví junto a mi amada. Espero que les guste y no duden en comentar sus impresiones sobre esta historia.** Desde siempre, mi esposa y yo hemos alimentado una fantasía, un deseo que ardía en nuestro interior como una llama irresistible. Esa noche, la atmósfera vibraba de promesas en una fiesta donde el ritmo y el alcohol nos envolvían en su cálido abrazo. Mientras la música nos envolvía, ella me susurró al oído que le gustaría experimentar un baile que nunca habíamos intentado. La idea de verla entregarse a otro, de perderse en su danza, provocó una oleada de excitación que recorrió cada rincón de mi ser. Fue entonces cuando un joven se acercó a nuestra mesa, sus ojos chispeando con interés. "¿Quieres bailar?", le preguntó a mi...

EL INQUILINO

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  Hola amigos, soy Patricia, tengo 25 años y llevo nueve meses en el dulce yugo del matrimonio. Mi figura es esbelta, mido 1.64 y poseo rasgos delicados con una piel de tono moreno claro. Aunque no poseo la silueta de una modelo, mi cuerpo está bien proporcionado: un trasero redondo y firme como una luna llena, un busto mediano pero erguido, piernas tonificadas que hablan de días de ejercicio y un cabello negro, lacio y largo que cae como una cascada. No es raro que por las calles alguien me lance un piropo, especialmente dirigido a mis curvas. Mi esposo, ingeniero petrolero, trabaja en las plataformas marinas de Ciudad del Carmen, Campeche. Su trabajo lo arranca de nuestro hogar cada dos semanas, dejándolo ausente por 14 días, para luego regresar y llenar nuestra casa de vida durante otros 14. Nuestra casa, comprada a crédito, es un refugio de dos plantas con un patio amplio. Al final del mismo, un cuarto para servicio y una lavandería con una puerta que da a la calle de atrás. La...

EL ASILO DE ANCIANOS MAS FELIZ DEL MUNDO

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Actualmente trabajo en un asilo de ancianos, y lo que les voy a contar fue el inicio de la pérdida de mi "autocontrol". Tengo 25 años, me llamo Lisa; no es por presumir, pero tengo una figura bien formada, con curvas que llaman la atención. Mi piel es blanca, y mi cabello negro siempre está bien cuidado y arreglado, al igual que mi maquillaje. Al inicio, el asilo era un lugar de calma, tan tranquilo que mi atuendo no me preocupaba, ya fueran escotes o faldas cortas. ¿Qué iba a sentir un anciano? Sus tiempos de juventud ya habían pasado, o eso creía yo. Mis días transcurrían jugando ajedrez con ellos, sirviendo la comida a las 2 de la tarde y ayudándolos a pasear por el jardín. Todos superaban los 60 años, y la mayor parte del tiempo dormían. Era un trabajo aburrido pero fácil, en un entorno pacífico donde no éramos muchos trabajadores, ya que los ancianos no ten...