MI MARIDO y sus amigos RELATOS E HISTORIAS
Hola a todos y a todas amigos del grupo de Facebook "Historias y Relatos". Este es mi primer relato, espero que les guste y que lo haya hecho bien, así pueden llegar a sentir a través de la lectura lo que viví.
Esto que les voy a contar sucedió un día que fui con mi esposo a una fiesta organizada por la empresa en la cual trabaja. Ese día me vestí como siempre lo hago, o sea muy elegante, llevando un vestido corto color rojo, escotado de frente y de atrás, bra de media copa, tanga y zapatillas. Al llegar al lugar, mi marido me presentó a varios de sus amigos y a su jefe, a quien noté de inmediato recorriéndome de pies a cabeza con una mirada lujuriosa y morbosa, cosa que a decir verdad, me encantó.
La fiesta transcurría de manera tranquila y amena. Después de la comida, comenzó a tocar un grupo y la gente empezó a bailar. En nuestra mesa había dos amigos de mi marido que habían ido solos. Bailé con mi esposo algunas piezas y luego ellos le pidieron permiso para sacarme a bailar. Mi esposo, como siempre atento, les dijo que si yo aceptaba no había problema, y claro que acepté encantada, ya que me fascina bailar.
Mientras bailaba, noté que los dos amigos de mi esposo me lanzaban miradas cargadas de deseo y eso me ponía cada vez más cachonda. Durante el baile, comenzaron a ocurrir algunos "roces accidentales" en mis caderas y en mis piernas, o el clásico roce de su entrepierna con mis muslos, haciéndome sentir la dureza de sus erecciones. Ellos se disculpaban, pero yo solo les sonreía de manera coqueta, aprobando sus acciones.
Con el tiempo, los roces se hicieron más atrevidos, y aunque en principio parecían involuntarios, era claro que disfrutaban de esos momentos tanto como yo. De hecho, llegué a provocar que esos roces fueran más constantes, pasando mi mano sutilmente sobre sus entrepiernas mientras bailábamos. Ellos no tardaron en responder con caricias más directas, deslizando sus manos por mis muslos, deteniéndose peligrosamente cerca de mi tanga.
La situación se volvía cada vez más intensa y atrevida. En un momento, uno de ellos se acercó a mi oído y, con un tono bajo y respetuoso, me dijo: "No quiero ofenderte, pero estás muy buena. Pareces una mujer muy cachonda". Lo que acababa de escuchar me hizo estremecer de placer. Me acerqué a su oído y le contesté: "Gracias, eres muy lindo. No sabes lo cachonda que me tienen tú y tu amigo desde que empezamos a bailar". Mientras decía esto, le acaricié la entrepierna, notando cómo su erección crecía bajo mis dedos.
Terminamos la pieza y volvimos a la mesa, pero yo seguía enardecida. Cuando me senté, uno de sus amigos aprovechó que mi esposo se había ido con su jefe y se acercó, posando su mano discretamente sobre mi pierna, y de a poco fue subiendo hasta tocar el borde de mi tanga. Sentir sus dedos tan cerca de mi entrepierna hizo que mi excitación aumentara de manera casi incontrolable.
El otro amigo notó lo que sucedía y no se quedó atrás, posando su mano en mi otra pierna y comenzando a acariciarla de la misma manera. Ambos estaban ya muy excitados, y yo me encontraba en un estado de total rendición a las sensaciones. Bajé mis manos para acariciar sus erecciones por encima de la ropa, notando cómo sus cuerpos reaccionaban a cada uno de mis toques.
Cuando mi marido regresó a la mesa, nos encontró a todos platicando como si nada hubiera pasado. Me besó en la mejilla y me preguntó si la estaba pasando bien. Yo, con una sonrisa, le respondí: "No tienes idea de cuánto estoy disfrutando esta noche, amor". Le guiñé un ojo, sabiendo que mi pequeño secreto se quedaría entre los amigos y yo.
Finalmente, la noche terminó, nos despedimos y nos fuimos a casa. Mientras íbamos en el auto, mi esposo me preguntó cómo me había ido. Sonreí y le respondí que había disfrutado muchísimo de la fiesta.
**Espero que les haya gustado esta historia. No olviden recorrer el blog, así podrán encontrar más relatos. Si pueden seguirnos en Facebook o Twitter, se los agradeceré mucho.**
Y para los curiosos… con el tiempo, uno de los amigos de mi esposo, ese que fue más atrevido en la fiesta, comenzó a acercarse cada vez más a mí. Poco a poco se volvió un amigo muy cercano, y la historia no terminó ahí... Con el paso de los meses, compartimos muchas otras experiencias, pero eso ya lo dejaré para otro relato. Pero bueno, esa es otra historia que les contaré otro día...
Que rico rrelato
ResponderBorrarMuy buen. Relato y muy incitante
ResponderBorrarQue buen relato
ResponderBorrarMuy bueno y excitante
ResponderBorrarQue relato más cachondo ése tema es mi favorito ya que a mí me exita cuando mi esposa salé con mi amigo a "pasear" y regresa bien mojada
ResponderBorrarMuy buen relato cachondo
ResponderBorrarMuy bueno
ResponderBorrar