La fantasía de un marido

Mi nombre es Juan Carlos, estoy casado desde hace una década con Beatriz, una mujer de 35 años cuya serenidad y tradición son como un faro en mi vida. A mí, personalmente, me gusta nadar en las aguas profundas del deseo, mientras que ella prefiere los tranquilos remansos del amor.
Hace seis años, en una noche de confesiones, le hablé de mi sueño de ver la pasión desbordarse en un trío, como si fuéramos actores en una obra de teatro de tres personajes. Al principio, ella era como una montaña inamovible, rechazando cada sugerencia con un "no" firme, pero con el tiempo, su negativa se volvió más suave, como una brisa que empieza a cambiar de dirección. Durante nuestros momentos íntimos, le susurraba cuánto me gustaría verla compartir la escena con otro, y a veces, ella jugaba a seguir el guion.
Pasaron varias oportunidades como estrellas fugaces, sin llegar a tocar tierra. Hasta que llegó diciembre de 2020, un sábado que prometía ser como cualquier otro. Estábamos en casa con amigos, disfrutando de unas cervezas, cuando un mensaje llegó a Beatriz. Era Jorge, un amigo común, deseando saludarnos por navidad. Una vez allí, la conversación se desvió desde la política hasta las relaciones personales, ya que Jorge había tenido sus propios dramas amorosos.
Beatriz, con una risa que brillaba como el sol de la mañana, comentó:
Beatriz: "Jorge, deberías tomar ejemplo de mi marido, él me cede como si fuera una pintura prestada para una exposición."
Quedé petrificado, nunca imaginé que esas palabras saldrían de su boca como un torrente inesperado. Jorge, con una mezcla de incredulidad y asombro, respondió:
Jorge: "No puedo creerlo, seguro que Juan Carlos se pone como un león defendiendo su territorio."
Beatriz: "¡Es verdad! ¿O no, amor? Y me miró, dejándome sin palabras.
La noche continuó y, al marcharse todos, me sumergí en un mar de deseo renovado con Beatriz, su comentario resonando en mi mente como una melodía incesante. La idea de verla en un ballet de pasión con otro me encendía como una hoguera.
La siguiente semana, Jorge volvió para desearnos feliz año nuevo, esta vez solo con su hijo. Le pedí a Beatriz que usara un short que revelaba sutilmente su figura, como un cuadro que muestra solo lo suficiente para despertar la imaginación. Al principio, protestó, pero al final, como un lienzo que acepta los pinceles del pintor, se quedó así.
Mientras bebíamos de nuestras latas de cerveza, Jorge volvió a sacar el tema:
Jorge: "Beatriz, ¿cómo era eso de que Juan Carlos te comparte como una obra de arte?"
Beatriz: "Sí, él no tiene problema con que yo comparta la escena con otros, me presta con la generosidad de un mecenas."
Jorge: "No te creo. ¿Juan Carlos es celoso o no?
Beatriz: "¿Che, amor, es así o no?"
Yo: "Digamos que sí. Es complicado de explicar, pero ella debe ser libre, siempre y cuando no haya engaños."
Jorge: "No puedo creerlo".
Yo: "Así es, son gustos que tengo."
Jorge: "¿Hagamos una prueba, qué dicen?"
La tensión en el aire era palpable, como antes de un gran espectáculo.
Jorge: "Quiero ver si es verdad que Juan Carlos no se enciende de celos. Con ese short, Beatriz, pareces una obra maestra."
Beatriz: "Cállate, si me queda mal, pero me lo puse porque este insistió."
Jorge: "Perdón, Juan Carlos, pero tu mujer es una visión digna de admirar."
La casa de mis padres estaba vacía esa noche, y Jorge sugirió:
Jorge: "Bety, ¿qué dices si vamos a la terraza y hacemos esta prueba?"
Mi corazón latía como un tambor en una ceremonia tribal. Beatriz, con una timidez que contrastaba con sus palabras, dijo:
Beatriz: "Dale."
Ese "dale" fue como un relámpago de placer para mí. Subieron a la terraza y yo, cuidando la entrada como un guardián, solo podía ver a través del reflejo de una ventana. Allí, vi cómo Jorge y Beatriz se sumergían en una danza de deseo, sus cuerpos entrelazados en una sinfonía silenciosa que solo yo podía atestiguar desde la distancia.
La noche terminó con risas y una sensación de victoria en el aire, dejando la promesa de más escenas por representar en nuestra historia de amor y pasión compartida. NO OLVIDES SEGUIRNOS EN FACEBOOK, TWITTER O BIEN SEGUIR ESTE BLOG ASÍ ESTÁS AL TANTO DE LAS NOVEDADES ... Y TE INVITAMOS A RECORRER EL BLOG ASÍ TE ENCONTRAS CON OTRAS HISTORIAS Y RELATOS .... GRACIAS !!!!
Buenisimo me encantaría estar en su lugar.
ResponderBorrarRelato muy excitante y valiente me encantaría conocer a una pareja y. Igerme alabrdooss me dejó con la verga mokada
ResponderBorrarEs lo más exitante que puede pasar.... lo hice 3 veces con 3 hombres diferentes cada vez y fue todo un paraíso de placer... no se puede describir tanta explicación...saludos
ResponderBorrarHola me gustaría conocerlo a ustedes
ResponderBorrarExcelente relato
ResponderBorrarBuenisimo y que envidia
ResponderBorrarSolo los que ya tuvimos una experiencia así sabemos lo riko que se siente durante más de 10 años mi esposa y yo vivimos algo similar con un vecino
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